Y no es cuestión de valores, ni es cuestión de diversión, ni de vivir experiencias, ni es cuestión de darnos una vuelta, ni de conocer mundo, ni de llevar la contraria, no es cuestión de buscar ni es cuestión de encontrar, no es cuestión de sentirnos unidos ni es cuestión de sentirnos especiales, sigue sin ser cuestión de hacernos oír, sin ser cuestión de política, ni de sociedad, ni de cultura... es simplemente cuestión de FE, y eso es lo que nos mueve, eso será lo que nos hará no percibir el calor, ni el frío si cae la noche, ni la soledad cuando echemos de menos nuestras comodidades y nuestro entorno (a mi Ángel de la Guardia, por ejemplo), ni a sentirnos agobiados cuando, rodeados de 54 personas más, no podamos parar el camino cuando nos apetezca, ni a sentir sueño cuando toquen campana temprano, ni a estar incómodos cuando el suelo se haga presente en nuestras espaldas, y el hambre en nuestros estómagos, tan acostumbrados a ser saciados de inmediato.
El Señor también viene a Madrid, no sólo el Papa, él sólo lo representará, pero se palpará en nosotros, los jóvenes que de todo el mundo, vamos a Madrid movidos sólo y exclusivamente por la FE. Todo lo demás, nos viene de regalo...
JMJ
