miércoles, 22 de septiembre de 2010

Si quieres hacer reír a Dios... ¡¡cuéntale tus planes!!

Esa es una de mis frases favoritas desde que la escuché hace unos años,  y aun así, no escarmiento¡¡

"Este año no trabajo", "este año me centro en estudiar", "este año..." ... enga ya¡¡¡¡ que dirían mis amigos del alma, jajaja este año ni sabes lo que harás ni sabes lo que te pasará, porque es igual que los demás años, y a la vez igual que yo: imprevisible.

Y todo este rollo por qué... porque ayer fui a una entrevista de trabajo, en un colegio cuya lengua principal es el inglés, y mi entrevista se basó en estar 45 minutos manteniendo una conversación en inglés con el director y la subdirectora sobre qué es para mí educar, qué es para mí ser un buen maestro, etc. Después de las clases de Lola en pedagogía si la conversación hubiera sido en español me habría explayado de lo lindo, pero era en inglés, y la única solución fue la que me toco elegir: ser yo misma y hablar desde el corazón. Es la única manera en la que el inglés me sale fluído, y, teniendo en cuenta cuales eran mis planes: centrarme en las oposiciones, no quería ganarme el puesto soltando un discurso en el que no creo del todo, ni vendiéndome como lo que no soy, así que fui sincera, dije lo que pensaba (incluso cuando me preguntaron si seguiría estudiando oposiciones si me dieran el trabajo) y pensé: que sea lo que Dios quiera. Que digo yo que Él sabe elegir mejor que yo todo jajaja para eso es Dios¡¡¡

Y en sus manos está, estoy menos nerviosa ahora que antes de la entrevista, porque creo que será bienvenido lo que salga, si llaman, bien, y si no, pues también.

Por otro lado estoy contentísima, además de terminar el documento de tropecientos folios que quería leerme, y de darme cuenta de que la mayoría de los deberes que tenía planificados durante la semana son los que hice sin casi darme cuenta el sábado, he empezado la "lectura rápida" del tema que vamos  a dar el viernes, y me acuerdo literalmente de los párrafos que lo componen, si hasta me acuerdo de lo que no viene porque han hecho bastantes cambios en ellos¡¡¡ Es de agradecer, además ahora cuando les diga a mis alumnos (si los tengo pronto o tarde) que lo que estudien se queda y sirve de entrenamiento, lo diré con conocimiento de causa. Es como el gimnasio, y, aunque esto no te pone más mona, a mí me sube la autoestima mucho más¡¡¡¡

Mi año, sea por lo que sea.

lunes, 20 de septiembre de 2010

La primera clase...

Bueno, el viernes ya fué mi primera clase, el grupo parece bueno, no se ven muchas diferencias entre unos y otros, y yo me integro bastante rápido con la gente si se deja, así que... nada más entrar ya tenía compañera de pupitre jajaja y el preparador se sabía mi nombre al minuto dos. Estoy contenta.

Ha llegado la hora de las presentaciones, y en mitad de la mía, la sorpresa... mi super compi de la facultad ha entrado por la puerta y me ha dado la mayor de las alegrías: ya no hago el viaje sola. Venía acompañado de una amiga así que... ya somos tres. Durante el descanso  el equipo ha aumentado en número y calidad, tenemos un compañero que con no muchos esfuerzos sacó muy buena nota la convocatoria pasada, es de un estilo totalmente diferente al nuestro asi que... las apuestas suben, la mezcla da lugar a mucha más calidad, a abarcar muchos más puntos de vista. La unión hace la fuerza, y entre todos hemos demostrado en la segunda parte de la clase que podemos formar un grupo muy fuerte en la preparación, lo que significa que mis miedos se disipan: las Carmelitas ya no me dan mala suerte, ahora mi suerte me toca elegirla a mi.

Mi fin de semana ha estado bien, he aprovechado bien el sábado para adelantar los "deberes" que nos han mandado, he disfrutado del domingo y descansado bastante, aunque mi espalda no ayuda mucho, y empiezo a tener dudas sobre si mi viaje a Italia es oportuno o no. Ya está hecho, tendré que esforzarme un poco más antes de irme, y justo después de volver, me lo tomaré como "el momento de afilar mi hacha".

Gracias capi

Este sigue siendo mi año (¿nuestro año?)

jueves, 16 de septiembre de 2010

Entrar en la clase temblando...

Eso es lo que me parece que haré mañana, entrar en la clase temblando, ya lo noto, ya siento esa tensión en los hombros, ese malhumor sin razón visible... Tengo miedo, lo reconozco, y supongo que eso es bueno, porque al reconocerlo doy el primer paso para poder controlarlo. Qué recuerdos... que poco me gusta la idea de entrar en las Carmelitas de nuevo, (si fuera como seño no me molestaría tanto :p ) pero teniendo en cuenta mi última experiencia preparándome allí... bueno, se supone que más vale malo conocido... tengo miedo, eso sí que lo sé, pero espero estar a la altura.

Me aferro a que al reescribir lo que estudié el año pasado me sale todo casi de corrido, así que eso, unido a que llevo ya leído y más que leído lo que trataremos en la clase de mañana, me veo con fuerzas para hacerlo bien este año, pero necesitaré mi espacio, y eso es tan difícil de conseguir ahora mismo en mi casa... Ayer mismo cuando llegué de celebrar el cumple de una amiga (día de piscina, nada más loco de la cuenta), ya habían pasado dos de mis hermanas a preguntar que dónde estaba yo y que por qué no estaba estudiando... así no, así no podré hacerlo seguro. Son suficientes las dudas que le vienen sobre sí misma ya a una que empieza de nuevo a preparar oposiciones, como para que antes de empezar ya venga su entorno a ponerla en entredicho. Supongo que me toca afrontar que esto es para mí y que soy yo quien tiene que poner las cartas sobre la mesa, es decir, me toca convocar mesa redonda para que no se metan más de la cuenta, y simplemente me apoyen ciegamente que es lo único que me hace falta de ellos.

Este es mi año.

Ah¡¡ Capi¡¡¡ No podía ser otra quien escribiera el primer comentario en este blog de desahogo, me harás falta seguro, ten en cuenta que me cuesta la misma vida pedir ayuda ok?? estate atenta¡¡

miles de besos

Este es mi año.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Hoy he empezado...

Sí, así es, he vuelto de ver torear a mi amigo en la Maestranza, y me he dado cuenta de lo mucho que hay que esforzarse para lograr lo que la vocación nos hace desear. Mi sueño es ser maestra de un curso completo, de un aula completa, de unos niños y niñas que me ayuden a aprender de ellos y me enseñen a enseñar, deseo con todas mis fuerzas conseguirlo, y, así como mi amigo pone su vida en juego delante de un toro por conseguir su sueño, yo tengo la necesidad de poner la mía delante de todo por lograr el mío.

Sé que no será fácil, este camino lo he recorrido ya dos veces, aunque no siempre he llegado a terminar la distancia fijada desde el principio, y sé lo que cuesta, conozco los cambios que los nervios, la tensión y el encierre producen en mí, y esta vez en lugar de lamentarme voy a disfrutar de ello. Disfrutaré de mis cambios de humor siempre a peor agradeciendo a los que me aguantan que me quieran incluso en esos momentos, agradeceré los encierros (con el trabajo que me cuestan) dándome cuenta y valorando lo que eso significa: el desarrollo de mi madurez y el saber poner cada cosa en su lugar según la prioridad. Estoy segura de que incluso valoraré los días en que no cumpla con mis horarios porque alguien me necesite, o porque decida divertirme para despejarme, porque así sabré que sigo viva, y que no es un cambio, sino una transición.

Escribo desde hoy este blog porque sé que me ayudará a darme cuenta del desarrollo de este camino, que espero sea como un paseo, del que, aunque produzca cansancio y otros sentimientos poco agradables, se disfruta y no da lugar a arrepentimiento alguno.